A menudo recibimos la factura de la luz y la pagamos sin detenernos a analizar qué significa cada concepto. Sin embargo, entenderla puede marcar la diferencia entre gastar de más o ahorrar cada mes. Vamos a desglosar los principales puntos para que sepas exactamente qué estás pagando.
1. Potencia contratada
Este es un coste fijo que pagas siempre, uses o no la electricidad. Representa la energía máxima que puedes consumir al mismo tiempo.
Por ejemplo: si tu hogar necesita 3,45 kW pero tienes contratados 5,75 kW, estás pagando de más sin necesidad. Ajustar este valor a lo que realmente utilizas puede suponer un ahorro considerable.
2. Consumo eléctrico
Este concepto es variable, ya que depende de la energía que consumes mes a mes, medida en kWh. Aquí entra en juego tu manera de usar la electricidad:
Aprovechar las horas valle (cuando la energía es más barata).
Evitar dejar aparatos en modo standby.
Usar electrodomésticos eficientes.
Con pequeños cambios de hábitos, puedes reducir bastante esta parte de la factura.
3. Impuestos y otros cargos
Incluyen el IVA, tasas reguladas, servicios adicionales y el alquiler del contador. Aunque algunos de estos gastos son inevitables, conviene revisarlos para detectar posibles errores o cobros innecesarios.
Ahora que conoces mejor los conceptos de tu factura, te invito a revisarla con calma. Quizá descubras que podrías pagar menos con solo hacer unos ajustes.
Y tú, ¿has revisado recientemente tu factura de la luz? ¿Crees que podrías ahorrar?